4ª Etapa (8 de mayo)

Después de una jornada de descanso, el Giro de Italia comienza en Sicilia con una etapa rompepiernas. Se la considera de esas etapas que no deben subestimarse, entre Catania – Caltagirone. Un sobreesfuerzo tras el relax, que puede convertirse en una espada de doble filo. Será un continuo sube y baja exento de un perfil llano durante un total de 198 kms. Será una etapa potencialmente presta a las escapadas, con altibajos continuos y en los avituallamientos se pueden generar cortes. Será interesante ver cómo el grupo se comporta, si bien, se trata de saber si se permite un día de relativa tranquilidad, o si habrá disputas en las que los grandes inevitablemente se vean involucrados.

A menudo, las pendientes serán de dos dígitos y en lo que podría ser un pequeño clásico, en carreteras que no siempre son particularmente anchas, ni en condiciones óptimas se une al stress de evitar quedar cortados. También es digno de mención una final muy desafiante, con los últimos cinco kilómetros enteramente en ciudad, por el casco antiguo en calles particularmente estrechas antes de llegar al último kilómetro donde pica hacia arriba. Desnivel promedio de 8.5% y picos de hasta 13% para una final que puede ser emocionante y con intentos de escapada.